La adaptación de tu bebé a nuestra escuela infantil depende más de nuestra actitud como docentes que del propio bebé. A esta edad tu bebé no sabe todavía a qué va a la escuela, pero nuestras educadoras están preparadas para recibirlo. Además, este trabajo de preparación y adaptación debe ser compartido con vosotros como padres.
Nuestra actuación durante los primeros días es esencial para que tu bebé se sienta a gusto y bien recibido. Así, su adaptación a nuestra escuela infantil será más fácil.
¿Cómo lo hacemos?
- Nos aproximamos a tu bebé mostrando respeto y afecto, sin ansiedad ni agobio.
- Conocemos su nombre con anterioridad a su llegada a la escuela.
- Creamos un clima de seguridad afectiva individual y colectiva.
- Controlamos las situaciones. Siempre mantenemos la tranquilidad ante manifestaciones de inadaptación del bebé (rabietas, llantos, inapetencias), pero sin abandono.
- Atendemos a tu bebé de forma individualizada, aunque no exclusiva, sobre todo, en los momentos cotidianos de llegadas, despedidas o comidas. Estos son momentos de gran importancia para la relación individual-afectiva con el bebé. Para ello, evitamos prisas, agobios y nervios.
- Conocemos la personalidad del niño a través de sus padres, de observarlo a él y sus reacciones ante situaciones cotidianas en la escuela.
- Presentamos y familiarizamos al bebé con el área de la escuela. Saber dónde se encuentra y cómo es el lugar donde va a pasar buena parte del día, le ofrece confianza y seguridad.
Además aconsejamos a los papás y mamás para una buena adaptación a la escuela del niño.
Ahí van diez consejos muy útiles:
- Adaptación horaria. Al principio, lleva al niño sólo durante unas algunas horas a la escuela infantil y, poco a poco, ve aumentando el horario. Cada niño necesita de su tiempo.
- Objetos de apego. Deja que tu hijo lleve, se así lo desea, su juguete preferido, o algo que le sea familiar y le mantenga unido con su hogar.
- Despedidas rápidas. Evita prolongar las despedidas en exceso. Hay que transmitir seguridad al niño y evitar dramatismos. Tu hijo debe saber que dentro de un rato vendrás a recogerle y que lo que estás haciendo es lo mejor para él.
- Motivación y ánimo. Al salir de la escuela infantil, dedica tiempo a tu hijo, jugando con él. Es bueno que descubra que lo que hace en el centro no es tan distinto de lo que hace habitualmente en casa. Anímale a compartir contigo las experiencias que aprende en la escuela. Y demuestra alegría y entusiasmo por sus progresos.
- Entradas y salidas. Es conveniente que la madre o el padre vayan a llevarle y a recogerle. Esta rutina le proporcionará seguridad y, además, se acostumbrará antes al cambio.
- Contacto directo. Siempre que lo consideres necesario habla con la profesora o educadora sobre tus dudas, tus inquietudes y sobre cualquier cambio que observes en el niño.
- Actividades. Busca estar informada sobre las actividades que están desarrollando en clase: fichas, canciones, estaciones del año, etc, para entender y potenciar su aprendizaje.
- Evolución y etapas. Los aspectos de la evolución del niño deben ser coordinados con las educadoras (retirada del pañal o del chupete) para que se lleven de la misma forma en casa y en la escuela.
- Alimentación. Procura tener en cuenta qué es lo que come cada día en la escuela infantil, solicitando el menú, para poder ofrecerle una dieta más equilibrada.
- Ambiente relajado. Para una mejor adaptación del niño a la escuela infantil conviene que su día no empiece con prisas o agobios por salir de casa. Así que nada de prisas por la mañana. Procura despertarle con tiempo para que desayune tranquilamente y se dirija sin agobios a la escuela infantil.